Dentro de la fotografía de Arquitectura los detalles pueden ser igual de importantes, y requieren de técnicas diferentes.
El hecho de centrarse en los detalles, puede servir para obtener un conjunto de imágenes más amplio y variado. En el caso de los detalles arquitectónicos, decorativos o estructurales, representan una parte muy importante de la fotografía arquitectónica. Cuando se realiza un trabajo profesional sobre arquitectura la muestra casi siempre incluirá una serie de detalles de elementos especifícos, por ejemplo, una ménsula, un capitel, una puerta, ventanas...
El proceso de fotografiar los detalles suele ser un ejercicio muy diferente al de obtener la visión general del edificio. En primer lugar hay que identificar los detalles a fotografiar. Estos detalles se pueden dividir en dos tipos: los de carácter documental, que tienen un valor arquitectónico, y los que hacen la imagen más interesante, independientemente de su importancia. Para los de carácter documental, es necesario una lista, facilitada por el mismo cliente para el que se realiza el trabajo o se puede obtener a partir de alguna guía.
Para fotografiar detalles lo mejor es recurrir al teleobjetivo. Lógicamente, se producirá un pequeño efecto de convergencia, pero no al nivel de los grandes angulares. Lo más recomendable es evitar las líneas verticales en la fotografía de detalle.
Los detalles no son imprescindibles, pero resultan bonitos, se justifican por sí mismos y dependen mucho de lo que más atraiga a cada uno.
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