viernes, 17 de febrero de 2012
La convergencia vertical.
La mayoría de los edificios poseen cuatro caras, y a la hora de fotografiarlos hay que tener en cuenta que una de las convenciones visuales básicas dicta que sólo un alzado (o cara) debe aparecer por cada toma, incluso cuando entre en conflicto con la perspectiva real.
La manera en la que las líneas parecen converger en la distancia, lo que se conoce como punto de fuga, es un efecto completamente normal provocado por la perspectiva. En nuestra vida cotidiana no solemos ser conscientes de esta distorsión geométrica, ya que formamos parte de la escena real tridimensional. Esta distorsión resulta más evidente en las imágenes de objetos que no forman parte de nuestro entorno habitual. Esta sensación es normal siempre y cuando la vista esté más o menos nivelada, y la perspectiva se dirija al horizonte.
En cambio, cuando realizamos un encuadre picado la cosa cambia bastante. Por desgracia para la fotografía de arquitectura, nuestros ojos ven la convergencia como algo menos normal que en las fotografías tomadas a un edificio en dirección ascendente. Por otra parte las líneas verticales se inclinan una hacia otra, es decir fugan hacia un punto en el infinito y el efecto tiende a resultar negativo. La única forma de tomar una fotografía ascendente con resultados satisfactorios consiste en captarla de una forma exagerada e intencionada con un gran angular muy amplio. Si en la escena aparecieran personas y el edificio fuera un mero fondo, nada de esto tendría importancia. No obstante, si el edificio es el protagonista de la toma, habrá que resolver esta distorsión.
La problemática de las fotografías de este tipo es que, para abarcar todo un edificio desde un primer plano, que es la manera más habitual de fotografiarlo, suele ser necesario realizar un encuadre picado. Las leyes de la óptica son muy sencillas: el plano de la imagen, que en nuestro caso es el sensor de la cámara debe quedar paralelo a la fachada, es decir, en vertical. Y eso significa que la cámara debe enfocar en posición horizontal. Existen ciertas formas de conseguirlo:
-A partir de un mirador elevado, como el punto intermedio de un edificio que haya enfrente, lo cual siempre resulta difícil, por lo que no es bueno abusar de este método.
-Mediante un gran angular y con la cámara en horizontal de manera que los lados del edificio queden en vertical. Hay que alejarse de manera que se puede abarcar todo. A continuación, se recorta el primer plano inferior del que pueda prescindir, que ocupa casi la mitad de la imagen. El problema es que reduce el tamaño y la resolución de la imagen.
-Con un gran angular, como en el caso anterior, pero componiendo de tal manera que se incluya elemento interesante en primer plano para que la composición parezca intencionada.
-Alejándonos del edificio y usando un teleobjetivo.
-Corrigiendo la distorsión durante el proceso de edición de la imagen.
-Mediante un objetivo tilt-shift.
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